El Reino de Alaha y los Reinos del Mundo

En el futuro, nuestro Señor provocará un cambio importante en los sistemas políticos del mundo. Él establecerá Su Reino en la Tierra que traerá justicia y vida eterna a los habitantes justos que todavía viven aquí. Este Reino terrenal es una extensión de Su Reino celestial. Esto es cuando la humanidad llegará a comprender plenamente el significado de las palabras de Yeshúa: “hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo”. (Mateo 6:10)

En un mensaje anterior sobre el Defensor de la Justicia, dije que en el futuro, Yeshúa y varios ángeles y otros seres celestiales trabajarían juntos para “preparar un lugar adecuado para la representación terrenal del Reino celestial de Alaha”. Como sabemos, la mayoría de los gobiernos actuales del mundo no tienen a Alaha como la figura central en su administración, aunque Él es el Soberano del universo. Muchos gobiernos persiguen activamente a los creyentes simplemente por creer en Yeshúa, mientras que otros desarrollan leyes que van directamente en contra de los mandamientos de Mar-Yah.

Me preguntaron si se hacía referencia a Jerusalén o si habría otros lugares en la Tierra. Además, se preguntó si era posible que un reino terrenal se sometiera al reinado del Rey.

Jerusalén es la sede del Reino mundial, mientras que hay reinos más pequeños en otras tierras. La primera representación de esto será, según tenemos entendido, en los Estados Unidos. Esto es de acuerdo con declaraciones proféticas hechas por varios Mensajeros Divinos. Esto no significa que el actual gobierno de Estados Unidos sea una representación adecuada de Jerusalén. Ya se ha determinado que muchos gobiernos no son redimibles. Aun así hay algunos que podrían alinearse con el Creador, mientras que otros serán destruidos. “Y en los días de estos reyes el Alaha del cielo levantará un reino que no será destruido jamás, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”. (Daniel 2:44)

Hoy en día, la mayoría de los gobiernos del mundo están profundamente sumidos en la corrupción y están bajo el control de la malvada. (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2; Juan 12:31) Los Estados Unidos es uno de esos gobiernos que está en manos de la malvada. Tales gobiernos nunca reconocerían a Yeshúa como su Rey incluso si Él estuviera frente a ellos. El Padre tratará con ellos como corresponde. Nabucodonosor, mencionado en el capítulo cuarto de Daniel, es un excelente ejemplo. Estos gobiernos malvados “son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
ni los pecadores en la congregación de los justos… ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y los príncipes consultarán unidos contra Mar-Yah y contra su Ungido, diciendo: ‘Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas’. El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en Su furor, y los turbará con Su ira. ‘Pero yo he puesto mi Rey sobre Sión, Mi santo monte. Yo publicaré el decreto’; Mar-Yah me ha dicho: ‘Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Las quebrantarás con una vara de hierro; como una vasija de alfarero las desmenuzarás’”. (Salmos 1:4-5; 2:1-9)

El resto del segundo Salmo ofrece un atisbo de esperanza para algunos gobiernos: “Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Mar-Yah con temor, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, no sea que se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto Su ira. Bienaventurados todos los que en Él confían”. (Salmo 2:10-12) Si el Padre Celestial encuentra favor en ellos y en su servicio, entonces no habría razón para pensar que no podrían llegar a ser parte del Reino general. Es entonces cuando “vendrán muchas naciones y dirán: ‘Venid, y subamos al monte de Mar-Yah, y a la casa del Alaha de Jacob; y nos enseñará de Sus caminos, y andaremos por Sus senderos; porque de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Mar-Yah’”. (Miqueas 4:2)

Como dije anteriormente, el Reino terrenal es solo un aspecto del reinado general de Mar-Yah a través de Su Hijo Yeshúa. El Reino se extiende desde el cielo hasta la Tierra, con Jerusalén como centro del majestuoso reinado teocrático. Mientras tanto, una vez que el alma traspasa el velo, entra en lo que generalmente llamamos el mundo venidero. Este “mundo venidero” es en realidad muchos mundos y planos celestiales de existencia. Las revelaciones de nuestra tradición se refieren a ellos con una simple frase: “siete cielos”. Esta es una forma sencilla de hablar de todos los mundos venideros de manera colectiva. El apóstol Pablo habla del “tercer cielo” (2 Corintios 12:2-4)
Entendemos que hay muchos cielos dentro de cada uno de los diversos mundos; sin embargo, dejaré este tema para otros artículos ya que va más allá del alcance de la respuesta actual.

Aquellos de nosotros que vivimos actualmente en la Tierra, buscamos un momento en el que la justicia divina y la vida eterna prevalecerán en la Tierra, reflejando la armonía existente en el mundo celestial, cuando no habrá enfermedad ni muerte, ni crimen ni corrupción.

Que Alaha Todopoderoso os bendiga.

7 de Enero de 2024


English:

In the future, our Lord will bring about a major shift in the political systems of the world. He will establish His Kingdom on Earth which will bring justice and everlasting life to the righteous inhabitants who still live here. This earthly Kingdom is an extension of His heavenly Kingdom. This is when humanity will come to fully understand the meaning of Yeshua’s words, «may your will be done on Earth as it is in heaven.» (Matthew 6:10)

In a previous message concerning the Champion of Righteousness, I said that in the future, Yeshua and various angels and other celestial beings would work together «prepare a suitable place for the earthly representation of God’s heavenly Kingdom.» As we know, most of the world’s current governments do not have God as the central figure in their administration, although He is the Sovereign of the universe. Many governments actively persecute believers for simply believing in Yeshua, while others develop laws that are outright against Mar-Yah’s commandments.

I was asked if Jerusalem was being referenced, or if there would be other places on Earth. Additionally, it was asked if it was possible for an earthly kingdom to submit to the King’s reign.

Jerusalem is the headquarters of the worldwide Kingdom, while there are smaller kingdoms in other lands. The first representation of this is to be, according to our understanding, in the United States. This is according to prophetic statements that were made by various Divine Messengers. This does not mean that the current government in the U.S. would be a suitable representation of Jerusalem. Many governments have already been determined as being non-redeemable. Otherwise, there are some that would be able to align themselves with the Creator, while others will be destroyed. «In the days of those kings the God of heaven will set up a kingdom which will never be destroyed, nor will its sovereignty be left to another people; but it will break in pieces and consume all these kingdoms, and it will stand forever.» (Daniel 2:44)

Today, the majority of world governments are deep in corruption, being under the control of the evil one. (2 Corinthians 4:4; Ephesians 2:2; John 12:31) The United States is one of those governments that is in the evil one’s hands. Such governments would never recognise Yeshua as their King even if He stood in front of them. The Father will deal with them accordingly. Nebuchadnezzar, mentioned in the fourth chapter of Daniel, is a prime example. These wicked governments «are like the chaff which the wind drives away. Therefore the wicked shall not stand in the judgment, nor sinners in the congregation of the righteous….Why do the nations rage, and the peoples plot a vain thing? The kings of the earth take a stand, and the rulers take counsel together, against Mar-Yah, and against his Anointed, saying, ‘Let’s break their bonds apart, and cast their cords from us.’ He who sits in the heavens will laugh. The Lord will have them in derision. Then he will speak to them in his anger, and terrify them in his wrath: ‘Yet I have set my King on my holy hill of Zion.’ I will tell of the decree: Mar-Yah said to me, ‘You are my son. Today I have become your father. Ask of me, and I will give the nations for your inheritance, the uttermost parts of the earth for your possession. You shall break them with a rod of iron. You shall dash them in pieces like a potter’s vessel.'» (Psalms 1:4-5;2:1-9)

The remainder of the second Psalm provides a glimpse of hope for some governments. «Now therefore be wise, you kings. Be instructed, you judges of the earth. Serve Mar-Yah with fear, and rejoice with trembling. Give sincere homage to the Son, lest he be angry, and you perish on the way, for his wrath will soon be kindled. Blessed are all those who take refuge in him.» (Psalm 2:10-12) If the Heavenly Father finds favour in them and their service, then there would be no reason to think they could not become part of the overall Kingdom. It is then that «many people will go and say, ‘Come, let us go up to the mountain of Mar-Yah, to the house of the God of Jacob, that He may teach us of His ways and that we may walk in His paths. For out of Zion shall come forth the Law, and out of Jerusalem the word of Mar-Yah.'» (Micah 4:2)

As I stated above, the earthly Kingdom is only one aspect of the overall reign of Mar-Yah through His Son Yeshua. The Kingdom extends from heaven to Earth, with Jerusalem as the centre of the majestic, theocratic reign. In the meantime, after the soul passes beyond the veil, it enters into what we generally refer to as the world to come. This «world to come» is actually many worlds and celestial planes of existence. The revelations of our tradition refer to these with a simple phrase «seven heavens.» This is a simple way of speaking of all the worlds to come in a collective manner. The Apostle Paul speaks of the «third heaven» (2 Corinthians 12:2-4) It is our understanding that there are many heavens within each of the various realms, however, I will leave this subject for other articles as it goes beyond the scope of the current response.

For those of us currently living on Earth, we look for a time when divine justice and everlasting life will prevail on Earth, mirroring the harmony existing in the heavenly realm when there will be no sickness or death, and no crime or corruption.

May Almighty God bless you.

7 December 2024